Este tipo de ducha destaca por su confort, seguridad y amplitud y es ideal para todo tipo de baños, desde los más clásicos a los más modernos.
Cuenta con muchísimas ventajas tanto estéticas como funcionales:
- Facilita la limpieza y el mantenimiento de los baños.
- El suelo es continuo, por lo que ofrece una mejor accesibilidad a la hora de ducharse, a diferencia de las barreras arquitectónicas de las bañeras o los platos de ducha de obra.
- No se requiere obra y son más económicos que un plato de obra.
- Están disponibles en multitud de formatos, texturas o colores, incluso a medida para una máxima adaptabilidad al estilo de cada baño
Pasos para la instalación
Es importante seguir una serie de pasos a la hora de instalar tu plato de ducha:
- Cortar la llave general del paso del agua para evitar fugas.
- Evitar cualquier daño al plato de ducha.
- Saber el espacio que ocupará el plato de ducha y la mampara.
- Marcar la ubicación del desagüe en la superficie.
- Asegurarse que la zona de desagüe está colocada a la altura adecuada, y comprobar que el tubo va a tener una caída hacia el desagüe de un 2% de desnivel.
- Preparar una base de cemento o mortero nivelada para evitar deformaciones o pérdidas de agua.
- Colocar el plato y comprobar que el suelo está bien nivelado y no hay perdidas de agua.
- Con la ayuda de la masilla de poliuretano sobre la base instalaremos el plato de ducha. Hay que dejar una junta de dilatación de 2 mm que taparemos con silicona neutra de baño.
- Revestir la pared con un panel de ducha.
¿Por qué se sale el agua del plato de ducha?
Las razones por las que el agua puede salir del plato de la ducha a ras de suelo suelen ser:
- Pueden existir huecos entre la silicona y la mampara que generan esa pérdida de agua.
- En ocasiones, la válvula no puede absorber toda el agua debido a obstrucciones que provocan la acumulación de agua.
- Mala nivelación del plato, por lo que propicia que el agua se estanque o se salga.